Lorien
-Acaso ¿No era eso lo que querías? –Preguntó en tono frío y seco mientras con una mano pálida limpiaba de sus labios cualquier posible rastro de sangre. -¡Por supuesto que no! –Estaba nervioso, se notaba en su voz quebrada, temblorosa. Aún sostenía es sus brazos y de rodillas el cadáver de aquella mujer- y si… ¿si… alguien llegara a buscarla?... Una sonrisa cínica se dibujó en el rostro de la mujer, bajo la tenue luz de luna su piel se veía mucho más pálida y el azul de sus ojos más penetrante. -De eso debías encargarte tú, ¿no es cierto? –Se dio media vuelta dando la espalda al hombre- Éste la miró nervioso, dejó caer el cuerpo inerte y dio un paso al frente dispuesto a seguir a Kate, pero se vio interrumpido cuando encontró en su camino a uno de los seguidores de ésta. -¿Qué… qué… qué se supone que haga?- Ella no dijo nada y se hizo un silencio perturbador que se vio interrumpido por el llanto de un bebé, un recién nacido que ahora estaba