La luna (Simbología)
La luna (Simbología)
Simbología, la luna y sus significados son tan
amplios como los propios misterios que esconde.
Para analizarla es necesario revisar elemento
por elemento cada una de las partes que la componen, pues son estas las que
ayudan a entender su significado:
1.
La noche: Aunque la luna se mantiene allí a nuestra vista
durante el día, su reino es realmente nocturno. Su significado entonces está
relacionado al desconocimiento, aquello que para nosotros es un misterio. La
noche y sus secretos poseen también una dualidad, pues, se nos suele presentar
como “revelador”; según expertos en estudios del inconsciente como Freud o
Jung, los secretos mas profundos se encontraran allí en la parte más oscura y
profunda de nuestro inconsciente (de igual manera, es indudable que la noche es la
encargada de mover nuestros pensamientos y recuerdos)
2.
Fases: Nunca esta estática y, aunque posee un ciclo
impredecible, no lo es. Las diferentes fases de la luna influyen más que en las
mareas, nos hacen referencia a lo impredecible de nuestros pensamientos y
emociones. Las fases lunares son comparadas cconstantemente con el ciclo o
periodo mensual femenino por la fuerte influencia emocional, física, y
espirituales.
3.
Las estrellas: Sus compañeras comparten con ella el reino nocturno
y con ellas completamente la profundidad, la multiplicidad y el misterio.
4.
Su luz: En la actualidad es bien conocido que la luna no
brilla con luz propia sino que lo hace aprovechando la luz del sol, sin
embargo, para antiguas civilizaciones esto no era así, por lo que la luz lunar
adquirió fuertes significados románticos (Flujo constante de las emociones) lo
que no nos aleja de las visiones planteadas con anterioridad. No obstante, el
hecho de que la luz no sea directamente de “ella” nos orienta a reconocer lo
siguiente: Si la luz es aquello que conocemos y “sabemos” y la noche aquello que
está oculto, la luna adquiere gran importancia siendo aquella que nos ilumina
para entender lo que muchas veces no queremos entender, a reconocer lo que no
reconocemos de nosotros ¿Nosotros? ¿Por qué “nosotros”?
Porque
para comenzar a conocer el mundo primero es necesario reconocernos desde el
inconsciente propio antes de llegar al colectivo.
Dentro de todas
las mitologías podemos encontrar algunos mitos interesantes, a continuación
analizaremos dos mitos:
·
En el hinduismo: El mito de Chandra
y los Nakshatras: En este mito, el protagonista es Chandra (El dios luna)
y se nos habla del increíble amor que sintió este por Rohini, hija del sabio
Daksha pero debía contraer matrimonio con todas las hijas de este (Se entiende
que debes aceptar no solo a una persona sino a toda la complejidad que esta
representa – “27 características”) Pero Chandra no hizo caso de la
advertencia y Daksha lo maldijo haciendo que perdiera su potencia viril y
languideciera. Shiva le devuelve su virilidad al menos un día cada mes a las
hijas restantes, por esto, Chandra aumenta entonces cada vez que se acerca a
Rohini y decrece cuando se aleja de ella.
·
Mitologías varias: Según
la tradición de una amplia variedad de creencias se establece el matrimonio de
la Luna y el Sol, así como el eterno amor que existe entre ambos. Es imposible
desligar a uno de la otra, cada uno reina el cielo a su manera y cada uno rige
una conducta de cada individuo (Si lo asociamos a procesos del pensamiento) y, como
se dijo antes, en cada individuo se reconocen dos aspectos: La parte luminosa y
la sombra.
Para Jung y Freud la parte luminosa es todo lo
que aceptamos y reconocemos dentro de nuestro ser (Sol, conocimiento aceptado o
asimilado) ; mientras que hay una parte
en nosotros que se refiere a todo lo que no aceptamos de nosotros mismos:
Gustos, vicios, comportamientos; todo lo que nos hace ser nosotros pero a la
vez no es aceptado, esa parte se esconde (la escondemos) en la sombra y solo
mediante procesos muy delicados la hacemos mediante conscientes (la luna, el
conocimiento no asimilado, no aceptado)
El
mito hinduista, por su parte asigna a la luna un par de características
interesantes:
1. Es masculina y caprichosa.
2. Hay un fuerte componente cíclico que ya se converso
con anterioridad.
La luna es un elemento
que invita al autoconocimiento y mueve nuestros más ocultos sentimientos.
Yendellki Pérez
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