Sobre Grecia
La antigua Grecia persiste en la actualidad como un recordatorio diario. Debido a que son muchas las cosas que hemos heredado de ella; aunque mucha de su historia continúa siendo todo un misterio, ya que lo poco que ha llegado hasta nosotros se encuentra impreso entre las líneas de dos de las obras literarias más conocidas mundialmente: La Iliada y La Odisea.
Esta Grecia es, hoy por hoy, conocida por su organización y por su creatividad artística y literaria, por sus tradiciones y por ser la creadora de los famosos juegos olímpicos, que se celebran aún celebramos por tradición y no con las intenciones con los que fueron creados hace tanto tiempo; en lo que hay que recordar que dichos juegos nacieron, entre otras cosas, para rendir tributo a sus dioses que habitaban en el Olimpo.
Son varias las tradiciones que pueden desprenderse de estos tributos a sus dioses. Los griegos eran politeístas y poseen, entre muchas, una de las mitologías más ricas y provechosas de la antigüedad. No por nada cada una de sus acciones se encontraba íntimamente relacionada a un Dios, así a Atenea el carpintero le debía la escuadra y la regla; el marinero, el arte de cargar las velas; entre otras cosas; mientras a Zeus, considerado el todopoderoso, se le debía desde una visita inesperada hasta las torrenciales aguas. Así, cada dios, representaba para ellos una acción o al menos una mínima chispa de voluntad para realizar cualquier labor.
Doce eran los dioses más representativos en la antigua Grecia: Zeus, Hera, Poseidón, Hades, Ares, Apolo, Atenea, Afrodita, Hefesto, Hermes, Artemisa y Eros. Sin embargo, en la historia de Homero, se nos nombran algunos más, como la madre de Aquiles: Tetis, quien era una de las 50 Nereidas. Y escritos posteriores nos muestran otros como Dionisio. Lo cierto es que, todo esto muestra la riqueza de las creencias de esta civilización. Representaban a sus divinidades en figuras humanas, con un ideal de belleza bastante concreto, ellos eran humanos. Perfectos y de belleza inigualable que parecía ser propia de su condición de inmortales.
Tal y como sucede en la actualidad, la creencia religiosa en la antigua Grecia funcionaba perfectamente en la resolución de problemas y enigmas a los que no se les encontraba explicación “lógica” o humanamente posible. Es decir, las historias de sus dioses, todas, pasan a representar la respuesta o al menos una posible explicación de muchas situaciones en su día a día. Es por esto que la misma historia puede estar contada de mil maneras distintas, puede explicar una situación o varias en conjunto. Un ejemplo sencillo es la explicación que daba Hesíodo al origen del universo y a toda vida de la tierra; o uno más sencillo, es aquel que nos indica el porqué el gallo canta justamente antes de salir el sol anunciando la llegada del mismo.
Esta misma civilización Griega, se encargaba de trabajar las cualidades de sus héroes, por ello algunas de sus características son siempre representación de un dios: la rapidez de Aquiles, la constancia y valentía de Héctor, la fuerza increíble de los Ayax, la facilidad de palabra de Ulises, la inteligencia de Néstor, la cobardía de Paris, la belleza irresistible de Helena, etc. Todas estas son apenas una pequeña muestra de la necesidad que tenían para mantener unidas ambas formas de vida.
Por otro lado, dentro de la Iliada, la presencia de estos seres es constante, de manera que pasan de ser unos seres supremos sordos a las realidades de los mortales, para ser una representación viva de sus virtudes y defectos, además de encontrarse en un permanente contacto con cada uno de ellos. Estas deidades, forman parte de la guerra, llaman a ella, luchan, defienden, intervienen, salvan e incluso perjudican a los que les son ajenos.
Brindan fuerza, audacia, tolerancia, ímpetu, rapidez; o, simplemente, desvían alguna flecha o lanza. Lo cierto es que, en la Iliada, la presencia de los dioses no pasa desapercibida. No se nos muestra algún indicio de que exista una suerte (además de la del destino) que no sea decidida por algún Dios. Así, Paris se salva de morir en manos de Menelao gracias a la intervención de Afrodita; o Eneas, hijo de la misma diosa, es rescatado de morir en manos del valeroso Aquiles y el mismo Héctor es ayudado por Apolo en continuas oportunidades. De esta manera, es notable el vínculo que tenían con sus deidades, confiriendo cualidades, virtudes y hasta miedos a sus héroes como regalos de las mismas.
Se daba al cuerpo físico una gran importancia, la belleza era divinamente recompensada o envidiada. Era, sin duda, una gran ofensa no dar honras funerarias a un caído, como lo muestra en uno de los cantos, el hecho de que Patroclo se presentara ante Aquiles para pedirle que lo enterrase cuanto antes debido a que las almas del inframundo no le permitían entrar en él.
Ante la interrogante de si realmente es indispensable la presencia de los dioses en la Iliada (y la Odisea) veo necesario considerar varios aspectos:
1.- La diferencia que existe entre nuestra cultura y aquella, sus tradiciones y costumbres, en nada se parecen a las nuestras. La simple manera como percibían su religión es muy diferente a como es vista la religión en la actualidad.
2.- Los griegos antiguos eran politeístas, tal como lo dije anteriormente. El hecho de no deberse a un solo Dios sino a varios, convierte su interpretación de las cosas en algo muy diferente a lo que estamos acostumbrados.
3.- El culto que rendían a sus dioses era continuo, se les rendía tributo incluso antes de cada tarea, antes de cada quehacer, su contacto con aquellas divinidades estaba presente en todo momento de su día a día. Y creían que se veía recompensado bien sea de una manera u otra.
Visto de esta manera, parece imposible desligar la presencia de los dioses en la vida de aquellos antiguos griegos. Es por esto, que en la película Troya y en la versión reescrita por Alessandro Baricco, llamada Homero, Iliada, a pesar de no encontrarse una presencia directa de estos seres inmortales no puede decirse que no se encontraran éstos allí, sino que simplemente su presencia como divinidad “humanizada” fue suprimida, pero aquello que representaban es imposible de eliminar. Quedan aún muy expresos rastros inalienables de sus creencias.
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Ensayo Incompleto.-
El tema fundamental es la indispensabilidad de los dioses en las versiones posteriores de La Iliada.
Realizado por: Yendelki Pérez.
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