FanFic- Harry Potter - El inicio



Un golpe seco sobre la pared del bar provocó que todos los presentes en este se giraran con rapidez para saber que sucedía. Una figura de hombre, alto había aparecido en la puerta. Se encontraba completamente mojado pues afuera una torrencial lluvia acompañaba a la fría noche. De nuevo todos continuaron con lo que hacían anteriormente mientras el recién llegado se despojaba lentamente de la gran capa que le cubría dejando al descubierto su rostro.


-Por fin llega…- Se escuchó como un murmullo proveniente de alguna de las mesas.


-Shhh...- se escuchó después. Dos mujeres habían llevado su dedo índice hasta sus labios para acompañar el ruido. Aquel comentario del señor Gryffindor había colocado la atención de los presentes en el bar., justamente sobre ellos.


El tabernero decidió acercarse hacía el hombre que recién llegaba, algo temeroso, decide hacerle la típica pregunta.- Desea tomar algo, señor Slytherin?-


-Me esperan- fue lo único que recibió como respuesta, además de la pesada capa que Salazar le arrojó sin mirarlo. Pues su mirada en ese instante se encontraba vagando por el lugar hasta detenerse sobre las dos jóvenes brujas que el conocía muy bien. Notó que no estaban solas, un hombre las acompañaba por lo que la expresión en su rostro cambió de inmediato, ahora mostraba algo de repulsión. Comenzó a caminar hasta la mesa, sintiendo como gran mayoría de las miradas estaban sobre él, cosa a la que no dio importancia.


-Helga, Rowena…- Dijo mirando a cada una de las brujas una vez que estuvo cerca de ellas. Helga posó sus azules ojos en el recién llegado, su cabello rubio parecía haber adquirido un color platino debido a la iluminación. Rowena, a diferencia de Helga, era de cabello oscuro, largo y liso, que hacía un perfecto juego con sus penetrantes ojos marrones.- Que gusto me da verlas, perdonen por hacerlas esperar…- culminó Salazar. Se escuchó un carraspeo.- No son sólo ellas quienes esperan…-dijo Godric en tono de reproche.- Ah, sí, Gryffindor… no me había percatado de tu presencia- Respondió Salazar con cinismo.


-Chicos, no comiencen, no es el momento ni el lugar…- se atrevió a intervenir Rowena lo que provocó que ambos la miraran.


-Tienes razón…- se disculpó Godric mientras Salazar tomaba asiento.


-¿Cuál es esa idea que querías comentarnos Salazar?- la voz de Helga buscaba dar inicio a la conversación que los habría hecho reunirse en aquel lugar.


-Se trata de una proposición querida Helga.- las palabras de Salazar sembraron intriga entre sus acompañantes, por tanto había conseguido captar la atención que quería; incluso Godric se había decidido a escuchar aquella propuesta que Salazar haría.


-Luego de pensar en infinitas soluciones que ayuden a los nuevos magos y brujas, creo que es preciso crear una escuela de magia…- Tras decir esto sus penetrantes ojos verdes miraron alternadamente a sus acompañantes encontrándose a la vez, con la mirada intrigada y confusa de estos.


-¿A qué te refieres, Slytherin?- Preguntó Godric con un hilo de voz.


-Me refiero a que el mundo mágico está creciendo Gryffindor. Y las nuevas generaciones necesitan de un lugar que les enseñe a utilizar sus poderes mágicos- se hizo un breve silencio en el que sólo se escuchaban los murmullos provenientes de las mesas vecinas.


-Es cierto, pero sabes que una escuela mágica no se construye con un simple movimiento de varita…- Dijo Helga en tono divertido para romper con aquel silencio-


-Nada perdemos con intentar, tú que dices Godric?-


-Odio admitirlo, pero esa me parece una muy buena idea…-


-Claro que es una buena idea- replicó Salazar con cierta soberbia. Godric quiso refutar aquel comentario pero se encontró con la mirada de Rowena que lo llamaba a tranquilizarse-


-Está bien, se hará… pero… hay muchas cosas que planear, por ejemplo, qué alumnos estarán?..


-Si es una escuela de magia entonces estarán todos quienes necesiten aprender a usarla…- contestó Godric a la pregunta hecha por Helga-


-No lo creo Gryffindor, ¿cómo podrías aceptar que un hijo de muggle estudie al lado de un mago?-


-¡También es un mago! ¡Posee tanta magia como la que podría heredar el descendiente de la mejor familia de magos!


-¡Basta ya, chicos! Construyamos el colegio y luego cada quien escogerá a quien considera apto para aprender.


-¿Y ustedes que ven? – Aquella frase se escuchó en un tono molesto, venía de Helga y se refería a los clientes del bar. Quienes los observaban sorprendidos debido a que los otros tres magos habían levantando la voz a un tono tal que era imposible ignorarlos, incluso para aquellos que deseaban pasar desapercibidos.


Todos se sentaron sin saber exactamente el momento en que se colocaron de pie. Y continuaron con su conversación, arreglando mil las un cosas que debían resolver. No era fácil decidirse en crear una escuela y ahora lo comprobaban.

[...]

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